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agua de mar

Agentes contaminantes del agua y cómo evitarlos

El agua contaminada es aquella cuya composición ha sido modificada de modo que no reúne las mismas condiciones que tenía en su estado natural. La presencia de esas sustancias químicas ajenas a su composición original hace que el agua se vuelva insalubre.

Un agua contaminada provoca daños en cualquier ser vivo. Los seres humanos no escapamos a esa influencia.

Utilizar agua contaminada en diferentes actividades económicas constituye un alto riesgo si pensamos en las consecuencias que puede traer.

Como en otros casos, nuestras acciones son esenciales para mantener un agua libre de agentes contaminantes. La calidad del agua puede afectarse como consecuencia de muchas actividades humanas.

Y es que todo tipo de sustancias y materiales pueden contaminar el agua. Desde una bolsa de plástico de un solo uso lanzada al mar hasta una botella plástica abandonada o un medicamento que desechemos tirándolo al inodoro.

Principales contaminantes del agua

Reproducir hábitos dañinos para el ecosistema y la salud humana puede ser una realidad en espacios como el hogar o en cualquier empresa.

El crecimiento exponencial de la población mundial unido a un natural aumento del consumo, hace que se mantengan altos los niveles de producción de bienes. En este proceso de crecimiento la utilización de recursos naturales y materias primas no se detiene.

El consumo de esos bienes genera residuos. Cuando desechamos un residuo, sea sólido o líquido, casi siempre esta sustancia termina en las aguas.

Nuestro actual modo consumo y la manera como disponemos luego de los desechos están entre los elementos recurrentes en cada una de las causas de la contaminación del agua. Entre los principales agentes contaminantes del agua están:

Aguas residuales domésticas e indsutriales

Las aguas residuales que generamos habitualmente en la actividad doméstica o industrial necesitan de un tratamiento adecuado que elimine los contaminantes presentes en el agua.

El volumen de sustancias tóxicas presentes en las aguas residuales es considerable. En algunos casos las aguas residuales terminan en los ríos y mares sin recibir tratamiento.

A pesar de que no es posible medir las consecuencias de forma inmediata, los efectos nocivos de comportamientos irresponsables los recibimos de vuelta.

Los residuos que se depositan en vertederos facilitan que muchas sustancias terminen en las aguas arrastradas por la lluvia. Residuos de plomo, fosfatos, aceites, nitratos, fluoruros, mercurio y manganeso, se mezclan y generan contaminación.

Esta contaminación regresa a nosotros de muchas maneras. A través del agua que consumimos, a través del aire o los alimentos de mar que llegan a nuestra mesa.

– Metales pesados

Llegan al agua por acciones de la industria y la minería. La presencia en el agua de residuos tóxicos de metales como el cobre, la plata, el cadmio o el cromo, afecta al ecosistema y a la salud humana.

– Pesticidas usados en la agricultura

Se utilizan en la agricultura y la manera en que llegan a las aguas es por escurrimientos causados por la lluvia o por la infiltración del terreno. En gran parte de los procesos agrícolas se utilizan fertilizantes y productos químicos para mejorar el rendimiento.

Los efectos que provocan cualquiera de las variantes de pesticidas que existen son letales para muchas especies de animales.

Como casi siempre sucede la contaminación que provocan estas sustancias químicas no se detiene en los animales. La toxicidad que los pesticidas transfieren a las aguas llega a dañar también a los seres humanos.

– Hidrocarburos que contaminan el agua

Un derrame de gasolina o petróleo provoca una situación ambiental muy compleja y difícil de recuperar. La toxicidad de estas sustancias es capaz de destruir ecosistemas completos en poco tiempo. Las denominadas mareas negras asfixian a numerosas especies de la fauna marina.

Los efectos de esta contaminación no se limitan al hábitat de los animales. Una zona afectada por este tipo de contaminación queda prácticamente inservible para realizar actividades económico-productivas.

– Microplásticos

Estas pequeñas partículas de plástico casi imperceptibles forman grandes acumulaciones de residuos flotantes. Los fragmentos de plásticos absorben los distintos compuestos tóxicos presentes en el agua y los transfieren a las diferentes especies marinas.

De esta manera se produce una contaminación del ecosistema progresivamente. Para los seres humanos existen consecuencias igualmente pues aunque no están claros los efectos, sí es un hecho que la contaminación por plástico se transfiere a nuestro organismo.

Consecuencias de la contaminación del agua

Un agua contaminada por sustancias químicas se convierte en un medio nocivo para la supervivencia de muchas especies.

La proliferación de microbios o microrganismos patógenos provenientes de desechos orgánicos incide negativamente en la biodiversidad marina.

agua contaminada peces

Es una realidad que los cambios en la composición química del agua generan daños severos al ecosistema. El agua residual que proviene de los vertederos, por ejemplo, contiene sustancias tóxicas derivadas de materiales como plomo, fosfatos, aceites, nitratos, fluoruros, mercurio y manganeso, entre otras sustancias.

Esto provoca condiciones adversas en los diferentes hábitats. En estas condiciones muchas especies animales se extinguen o tienen que emigrar para sobrevivir.

Debido a que la coexistencia entre todas las especies se produce en un mismo ciclo de vida, no es posible controlar o limitar que el agua contaminada se extienda.

El agua contaminada afecta tanto la alimentación como la higiene de los seres humanos. El 80% de las enfermedades que existen en el mundo están relacionadas con el agua. Enfermedades como el cólera y las diarreas se relacionan directamente con el consumo de agua insalubre.

¿Cómo evitar la contaminación del agua?

Mejorando la gestión de los residuos urbanos e industriales puede evitarse buena parte de la contaminación que llega a las aguas.

Se vuelve indispensable que los tratamientos de residuos sean más integrales y efectivos. El uso de los vertederos como destino final de los residuos es una práctica que atenta directamente contra la calidad de las aguas.

Cada agente contaminante que poseen los residuos que se vierten termina en los ríos y mares arrastrados por las lluvias o las infiltraciones del terreno.

De la misma manera que otras situaciones en las que incide directamente el comportamiento humano, para minimizar los daños de la contaminación del agua no es suficiente tener conciencia del problema.

Las campañas de concienciación sobre el consumo de agua contribuyen a evitar los derroches innecesarios del agua. Pero estas campañas deben acompañarse con acciones que incidan en un cambio en los comportamientos habituales de consumo.